miércoles, 16 de febrero de 2011

Más sobre el decreto de la Archidiócesis de Sevilla

También el diario ABC publica hoy un artículo que recoge las declaraciones realizadas por Isacio Sigueiro Muñoz, Delegado Espiscopal para los Asuntos Júrídicos de las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, en las que opina que la repercusión del decreto firmado por el Arzobispo Asenjo, para la salida de nazarenas en las procesiones sevillanas, ha sido "inesperada y excesiva"
«La polémica por el decreto de las nazarenas es irreal e innecesaria»
Isacio Siguero explica que no incide en las reglas en temas ajenos a las nazarenas

Al hilo de la celebración hoy de la primera sesión de las Jornadas sobre Cuestiones Jurídicas para Hermandades y Cofradías, el delegado episcopal, Isacio Siguero, ha analizado diversas cuestiones relacionadas con el tema entre las que, inevitablemente, destaca el reciente decreto firmado por el arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, para la salida de nazarenas en las tres cofradía de la capital y dos de la provincia que no lo permitían aún, una cuestión que, lejos de apaciguar los ánimos y traer la tranquilidad y la razón al ámbito cofradiero, levantó la polémica con la interpretación de que esta nueva norma abriera la puerta a que las mujeres fueran costaleras —algo ya reivindicado por algunos sectores— e incluso quisieran ser armás de la Centuria Macarena.

Queriendo zanjar la polémica, «que no es real y es innecesaria», Siguero explicó que «el decreto pretende cerrar el proceso abierto hace 25 años» por la Hermandad de la Vera Cruz, pionera en incorporar nazarenas a sus tramos. «Se ha hecho por motivos pastorales y en atención a las hermanas que solicitan participar de un bien espiritual, como es una estación de penitencia. Con él se quiere cerrar esos conflictos internos».

Porque, según Siguero, el decreto «no abre la puerta a ninguna otra posibilidad» que lograr que las hermanas puedan hacer estación de penitencia, porque «las otras son las mismas antes que después del decreto», aunque incidió en que se trata de «una norma de rango superior y todas las hermandades que no hayan incluido la igualdad en sus reglas están afectadas por ella. Para el resto de hermandades la situación es la misma que antes».

Por tanto, no habría que radicar en el decreto de Asenjo la posibilidad de que haya costaleras o «armás», sino en las reglas de las hermandades, ya que el Decreto de monseñor Asenjo, que se entrevistó con los cinco hermanos mayores del último reducto anti-nazarenas, no pretende incidir en las reglas de las corporaciones en temas ajenos a la salida de hermanas.

Sin derogar

El delegado episcopal detalló también que «entre las opciones que había a la hora de elaborar el decreto, hechas las consultas pertinentes, era crear una nueva norma y añadirla sin derogar las Normas Diocesanas de 1997».

Siguero, que aboga porque el Decreto «no dé lugar a más conflictos», reconoció que su repercusión ha sido «inesperada y excesiva» y mostró el deseo de Palacio de que «se considere con serenidad y tranquilidad».

Otro de los temas tratados por el delegado episcopal —cuyo departamento solucionó el año pasado 1.000 expedientes referidos a cuestiones jurídicas de las hermandades— se refiere a las salidas extraordinarias, una de sus competencias, delegadas por el obispo diocesano, que van de erigir hermandades a aprobar reglas, confirmar juntas de gobierno, gestionar elecciones, conflictos, impugnaciones... y en este sentido aseguró que no es que se le esté poniendo freno desde el Arzobispado a las salidas, «que tienen su sentido y razón de ser, pero cuando proliferan en exceso se desvirtúan. Se seguirá estudiando cada caso, como hasta ahora, y cuando haya un motivo pastoral, se seguirán autorizando».

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