FOTO: Kiko Delgado / publicada en la noticia de la edición digital del diario El Correo Gallego "Chicas cofrades ocultas bajo los capuchones en el Tercio de la Esperanza, antes de la procesión"
60 años de revolución en ferrol
Sólo las valientes desfilaban en procesiones "de modo camuflado" // La Cofradía de Dolores: la primera de España con portadoras, 70 chicas orgullosas de "luchar por las mujeres"
Sólo las valientes desfilaban en procesiones "de modo camuflado" // La Cofradía de Dolores: la primera de España con portadoras, 70 chicas orgullosas de "luchar por las mujeres"
En los años 80, Ferrol asistió a la revolución de los capuchones. Las mujeres abandonaron los balcones y las mantillas de la devoción, colocándose bajo tronos en ejercicio de fuerza física y moral. La mano que mece la cuna es la mano que mueve el mundo. Y las chicas abandonaron su papel secundario en la Semana Santa, equiparándose a los hombres dentro de las cofradías. Y sobre todo rindiendo homenaje a sus antepasadas, a todas aquellas que sólo pudieron vivir la Passio desde el tendido.
La Cofradía de Dolores se convirtió entonces en la primera de España con mujeres portadoras. Dos décadas después, setenta ferrolanas se preparan a mil por hora para aupar a su Virgen de la Esperanza. Tienen entre 20 y 30 años, con alguna novata de 16 y veteranas rozando los 40. Y en sus casas han escuchado anécdotas como la relatada por la historiadora Ana Martín, ambientadas claramente en la Transición con ecos del Sahara Occidental. "En los años 80, el Tercio de la Esperanza con sus capuchones verdes y blancos ocultando a cofrades femeninas se volvió tan numeroso que los ferrolanos lo bautizaron como la Marcha Verde", narra Martín. En aquellos años de emancipación femenina, se sumaron tantas mujeres a la Cofradía de Dolores que no cabían bajo el trono.
Lola Castro Casares, de 26 años, ya participaba a los tres años en la Semana Santa como monaguilla de la Virgen de la Esperanza y usaba capuchón en las procesiones. Ahora porta el trono y coordina a sus compañeras, en un auténtico fenómeno religioso y también social: "Antes llevábamos camisa blanca y falda, pero desde 2004 ya vamos con el hábito". Cuando empezó como portadora en 1998, "éramos cien con la Virgen de la Esperanza, algunas teníamos que hacer cola o esperar fuera de un corralón porque no entrábamos bajo el trono". Una de las más veteranas en este Tercio, Raquel Pita, destaca que "nuestro trono simboliza la lucha en nombre de las mujeres que no pudieron desfilar". Admite que "antes muchas mujeres no podían o no les dejaban procesionar, y ahora ven reflejado ese adelanto en nosotras". Junto a su hija también portadora vive esta Semana Santa "como locas y volviendo loca a toda mi familia".
La actual fiesta verde de chicas bajo capuchones se inició en "la década del gran cambio", como apunta Ana Martín. Hasta la llegada de la democracia, "muchas mujeres participaban en los desfiles de manera camuflada y oculta". Bajo capirotes y cirio en mano, la identidad femenina jugaba al escondite entre hombres durante los tiempos del silencio: "Legalmente las cofradías no aceptan a las mujeres como cofrades hasta los años 80".
Desde Navidades, ensayan los fines de semana, combinando pasos y enseñando a las novatas. Rezan juntas antes del desfile y se emocionan con los cantos a la Virgen del Martes Santo. Sus espaldas y su fe pueden con los 2.500 kilos de la Esperanza.
Tengo entendido que las portadoras de Ferrol han sido las primeras mujeres de España, pero que es dificil encontrar documentación gráfica de la primera salida; desde aquí deberíais solicitar a aquellas primeras mujeres que abrieron camino os remitan informen de aquella primera vez,y si alguien tienen alguna fotografía os la remita; creo que es muy importante, para las portadoras y para Ferrol, dejar constancia pública de quienes han sido pioneras en portar un trono (algo aún hoy en día prohibitivo en muchos rincones del país por el simple hecho de "ser mujeres")rompiendo enormes barreras culturales y machistas.
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